LA PORNOGRAFÍA INFANTIL Y LA TENENCIA RECIENTEMENTE LEGISLADA

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Uruguayos: usuarios de pornografía infantil

Actualmente la pornografía infantil es un problema de dimensión internacional que se ha ramificado con el avance de las nuevas tecnologías, que permiten y facilitan la comisión de esta conducta delictiva, y que tornan insuficientes los programas de acción de los diferentes países del mundo para combatirla.
La eclosión de Internet ha revolucionado y facilitado el mercado de la pornografía infantil por varias
razones:

  • Disponibilidad económica de los usuarios para acceder a los equipos informáticos que posibilitan la
    captación y obtención de material de pornografía infantil.
  • Abundancia de material pornográfico infantil que circula por la red, que facilita la interrelación entre el enorme número de aficionados y permite un intercambio constante de las fotografías, videos, películas, producciones, etc.
  • Facilidad para descargar y compartir archivos con cero costos económicos, pues las técnicas de
    producción e introducción de dicho material en la red se ha multiplicado; comunicaciones y conversaciones interactivas por chat, por ejemplo, que permiten fácilmente poner a disposición videos y fotografías.
  • La ventaja de permanecer en el anonimato. Intercambiar material de pornografía infantil detrás de la
    pantalla fomenta altamente el intercambio, la facilitación y la distribución del material, pues se desconoce el origen de la transmisión de los datos. El usuario puede enmascararse en identidades ficticias o de imposible identificación y difundir contenidos a otro país, dificultando rastrear el origen desde donde se subió efectivamente el material pornográfico infantil.
  • La posibilidad de acceder con mayor facilidad a los niños menores de edad a través de Internet, pues hoy las redes sociales representan una herramienta de comunicación natural y permanente para niños y adolescentes.
  • La existencia de manuales de ayuda a pedófilos que permiten ayudarse mutuamente tanto para acceder al material que no encuentran, como así también para intercambiar consejos y advertencias para permanecer en el anonimato y no ser descubiertos por la justicia.
    Estos aspectos explican el fuerte incremento en la distribución e intercambio de material pornográfico, que no se reduce a una finalidad comercial o de lucro sino con el objetivo de satisfacer las inclinaciones sexuales de los consumidores, con la consiguiente creación de redes internacionales de intercambio de pornografía infantil, que genera espacios que facilitan e incrementan la colección de fotografías y videos que los delincuentes
    suelen seleccionar y archivar en diferentes carpetas relacionadas con la edad, el sexo, el color de pelo de niños y niñas, desde una edad muy temprana -bebes de meses- hasta la adolescencia.
    A lo expuesto debemos agregar la perpetuidad de la lesión al bien jurídico protegido -integridad sexual y libre desarrollo de la personalidad de los niños- pues tal accionar de circulación permanente del material prohibido en la red genera y asegura una continua distribución.
    Miró Llinares señala que no debemos desconocer las distintas fases por las que ha pasado la difusión de pornografía infantil a lo largo de los años hasta la irrupción de Internet.
    Hace varios años existían páginas web alojadas en servidores de Internet, en las que el traficante
    comerciaba con el material pornográfico infantil que ponía a disposición de los usuarios, quienes previamente pagaban una contraprestación vía tarjeta de crédito del adquirente. En esta modalidad hay dos conductas: la de quien busca acceder a una determinada página web cuyo contenido sabe que contiene material pornográfico infantil; y la de quien crea la página de internet misma.
    Luego aparecieron los chats en tiempo real, en los que los pedófilos dialogan y acuerdan intercambiarse a través de correo electrónico el material aludido. También la compra directa del material o la simple descarga de archivos. Luego los foros como medio de comunicación, el camuflaje de las páginas web de pornografía infantil que no se accedía a través de buscadores.
    En poco tiempo, la figura del vendedor de pornografía infantil fue sustituida por la de consumidores que se asocian sin ánimo de lucro, bajando, subiendo y facilitando cantidad de archivos de contenido pornográfico infantil rápidamente y ayudados por las técnicas avanzadas de la tecnología -red peer to peer-.
    Hoy la situación es incontrolable y es fundamental abordar la problemática desde la prevención, correcta legislación y sin dejar de observar el tratamiento en otros países, pues una de las características fundamentales de los delitos que se llevan a cabo en entornos digitales es la transnacionalidad.

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